Conocido popularmente como “cloro líquido” o lejía, en su forma diluida, el hipoclorito de sodio es uno de los productos más utilizados para realizar el tratamiento del agua en piscinas tanto comerciales como residenciales. Destruye eficazmente las bacterias y previene la aparición de algas en las piscinas.
Mientras que la lejía fabricada para la limpieza doméstica tiene una concentración de solo el 1,5%, el hipoclorito de sodio para el tratamiento de piscinas tiene una concentración más de 10 veces superior en fábrica.